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Declaración Universal de los Derechos Sexuales
domingo, 21 de marzo de 2010
En esta etapa generalmente suceden grandes cambios relativos a la sexualidad.
Los/as hijos/as se van de la casa de sus padres y madres, y éstos recuperan la intimidad
y "vuelven a encontrarse".
Este período es vivido de diversas maneras, significando para muchas/os una gran crisis.
El alejamiento de las/os hijas/os en ocasiones potencia las crisis preexistentes, desencadenando la separación de los padres.
En el caso de que éstos ya estuvieran separados previamente, a veces se sienten con mayor libertad para encontrar una nueva pareja.
Los/as hijos/as y nietos/a deben estar preparados para asumir todos estos cambios.
Deben comprender que las personas adultas mayores tienen diversidad de intereses, no solo el de cuidar de sus nietos/as.
Aún cuando continúen trabajando, es común que intenten reducir su jornada laboral o que le den importancia
a tener tiempo libre para otras actividades sean ellas culturales, recreativas y/o deportivas.
Cuando la adultez mayor transcurre sin demasiados conflictos, resentimientos y carencias materiales y simbólicas, es la etapa de la vida en donde puede ponerse en práctica toda la experiencia acumulada a lo largo de los años.
Por ello, son buenos consejeros/as y, en ocasiones, desarrollan gran complicidad con sus nietos/as adolescentes y pueden hablar con ellos sobre sexualidad mucho más fácilmente que los padres.
En la adultez mayor y en la vejez, se continúa expresando la sexualidad. Existen el interés sexual, se tienen relaciones sexuales, aunque el placer también se experimenta en múltiples y diversas formas a las vinculadas a la genitalidad.
Muchas veces mujeres y hombres adultos mayores arman nuevas parejas, que son resistidas por sus hijos y nietos. Esto no contribuye al bienestar de los adultos mayores y es motivo de conflictos familiares.
Extraído del libro: "Qué deben saber madres, padres y docentes sobre educación sexual y vih/sida".
De las autoras: Dra Mabel Bianco y la Lic María Inés Re.
Si bien no hay una edad límite neta o clara, socialmente se acepta que la juventud se extiende hasta los 30 años. La entrada en la adultez encuentra en general a mujeres y hombres ya estabilizados o encaminados en su actividad laboral y también en sus opciones sexuales.
Es una etapa en que en general se constituyen las parejas, se concretan la maternidad/paternidad y se desarrolla más plenamente las personas en todos sus aspectos.
A partir de los 45 años, especialmente en las mujeres se producen cambios.
Entre los 45 y 55 años tiene lugar el proceso denominado "menopausia", cuya característica
principal es la desaparición del ciclo menstrual y la pérdida de la fertilidad.
Para algunas mujeres esta limitación es difícil de aceptar. Para otras, la finalización de su capacidad para procrear implica mayor libertad en sus relaciones sexuales, ya que cesa la preocupación por el embarazo.
Es frecuente que durante la menopausia las mujeres sufran calores súbitos y sientan ansiedad. A veces suceden cambios en las relaciones sexuales, aunque habitualmente pueden gozar de ellas normalmente, si bien popularmente se cree que no es así. Uno de los mitos más persistentes es que después de la menopausia
las mujeres no tienen más interés sexual y que ya no experimentan interés y menos aún mantienen relaciones sexuales. Esto no es así y no se basa en conocimiento probado científicamente.
En los varones, es muy común que se hable de la crisis de los 50. El promediar la vida, el crecimiento de los/as hijos/as y la pérdida del vigor y la energía de la juventud, muchas veces les ocasiona angustia, especialmente si aún no han logrado el mandato social de la seguridad laboral y económica. Declinarán gradualmente sus capacidades sexuales, conjuntamente con otras funciones orgánicas.
Este proceso se conoce como "Andropausia", y no supone, como en la mujer, la pérdida de la fertilidad.
Un hombre puede tener la capacidad de procrear aun hasta muy avanzada edad.
La Andropausia constituye un proceso signado por las alteraciones que comienzan a afectar al varón desde alrededor de los 50 años en más, y que tienen que ver con el progresivo descenso del nivel de hormonas masculinas. La actividad de estas hormonas repercute en muchos procesos del organismo, pero
sus consecuencias se perciben muy especialmente en la capacidad sexual. También afectan el plano anímico, pudiendo provocar irritabilidad, desasosiego o incluso una tendencia a la depresión.
Muchas personas adultas quieren volver a ser jóvenes o adolescentes. A veces tienden a competir, a querer vestirse igual, compartir los amigos y las amigas de sus hijos/as.
Esto resulta contradictorio: la adolescencia y la juventud en nuestra sociedad es generalmente una etapa poco valorada, pero muy exaltada por la publicidad de la sociedad de consumo.
Esto produce una idealización y muchas personas adultas quieren mantenerse “jóvenes”. En ocasiones, las/os
docentes también plantean competencias similares en el aula.
Estos comportamientos de padres, madres y docentes no son convenientes, para fortalecer los vínculos entre adultos y adolescentes.
Asumir la adultez no es solo aceptar el paso de los años, sino también reconocer la responsabilidad hacia adolescentes y jóvenes.
Padres, madres y docentes tienen roles de autoridad que se deben reconocer y asumir. Esto no quiere decir
“autoritarismo” o “despotismo”, pero sí saber poner límites.
Adolescentes y jóvenes necesitan que así sea, porque luego la vida se los impondrá con mayor rigor y
es mejor que ya se los hayan planteado padres y docentes.
Extraído del libro: "Qué deben saber madres, padres y docentes sobre educación sexual y vih/sida".
De las autoras Dra Mabel Bianco y la Lic María Inés Re.
La sociedad espera de nosotros/as que en esta etapa encontremos una pareja más duradera y que forjemos nuestro proyecto de vida: hijos/as, inserción laboral, desarrollo profesional, consolidación del patrimonio económico.
En los últimos años, estos mandatos sociales se encuentran en conflicto y constante cambio.
Los modelos que las personas adultas brindamos a los/as adolescentes tienen un impacto
muy significativo en la construcción de su sexualidad.
Resulta necesario neutralizar los mitos que aún hoy operan en torno a los roles de varones y mujeres, y que
muchos/as adultos seguimos reproduciendo.
Es habitual que aún se siga esperando de los varones que sean los principales proveedores económicos de la familia, y que demuestren valentía y decisión.
En el terreno de las relaciones sexuales, aún se espera de los varones que siempre tomen la iniciativa y tengan toda la información.
Como contracara de ello, se espera de las mujeres que asuman la mayor parte de los quehaceres domésticos y las tareas derivadas de la crianza de los/as hijos/as, aún cuando además trabajen fuera de su casa.
En general, las actividades que se realizan dentro del hogar tienen menos valoración social que el trabajo
remunerado.
Son anónimas e invisibles, sin embargo constituye un pilar infaltable de la organización familiar y, por ende, de la organización social, con un impacto evidente en la economía de los países.
Muchos varones se desarrollan profesionalmente o en sus oficios gracias a que sus compañeras asumen el cuidado de la casa y los/as hijos/as y todas las otras responsabilidades del hogar.
En algunos ámbitos de nuestra sociedad, la profesión docente aún hoy se considera como una prolongación de la actividad doméstica.
Ésta era una de las explicaciones de la mayoría femenina en la fuerza de trabajo de la educación formal.
Los bajos salarios era otro de los factores de gran peso, aunque con la disminución de las
ofertas de trabajo estable esto ha cambiado.
En la juventud, hombres y mujeres completan sus estudios y entrenamiento e inician su actividad productiva. La crisis económica y la disminución de las oportunidades de trabajo son ahora uno de los principales problemas que enfrentan los jóvenes.
La pérdida de incentivos afecta el desarrollo de un proyecto de vida, que es uno de los principales obstáculos para el normal desarrollo de hombres y mujeres jóvenes.
No pocas veces este es el inicio o la instalación de la adicción a las drogas y/o el alcohol y también de la maternidad en las chicas.
Los adultos: padres y docentes debemos atender a estos riesgos que viven los jóvenes.
Extraído del libro: "Qué deben saber madres, padres y docentes sobre educación sexual y vih/sida "
De las autoras: Dra Mabel Bianco y la Lic María Inés RE
Durante la pubertad el cuerpo se modifica sustancialmente y por eso las chicas y chicos se sienten extraños con su nueva imagen.
Los/as púberes y adolescentes necesitan tomarse su tiempo para conocerse.
También necesitan explorar su cuerpo con sus manos.
Reconocer su cuerpo en la pubertad y adolescencia resulta muy importante porque no solo les ayuda a conocerse mejor, sino también les brinda placer y les ayuda a descargar tensiones y angustias.
Los varones crecen en altura, se les ensanchan las espaldas, les aparece el vello en el pubis y las axilas, y en la cara aparece la barba y el bigote.
La voz se vuelve más grave.
Es posible que durante la pubertad/adolescencia suceda la primera eyaculación.
Ésta no se da necesariamente como resultado de una estimulación voluntaria previa, sino que suele ser involuntaria.
Es muy posible que suceda durante la noche, cuando el adolescente esté durmiendo, por eso recibe el nombre de "polución nocturna". Cuando esto ocurre muchos varones se asustan, se avergüenzan y
no se animan a hablar con sus madres de esto.
A las mujeres les crecen los pechos, se les ensanchan las caderas, les aparece el vello en el pubis y las axilas. Experimentan su menarca o primera menstruación.
En la sociedad, esta menarca suele tomarse como un símbolo de que esa niña abandonó su infancia, aunque en la práctica, y dependiendo de la edad en que aparece la menarca, muchas chicas aún se sienten niñas y realmente lo son si tenemos en cuenta su grado de maduración afectiva.
Recordemos que la menarca ocurre ahora a edades menores que hace décadas.
Fisiológicamente, indica el comienzo del período fértil, es decir de la capacidad para procrear.
En la adolescencia se van desarrollando nuevos intereses.
Es una etapa que tiene una importancia fundamental para la construcción de la sexualidad, y por ende de
la identidad.
Las/os adolescentes buscan parecerse a otras/os adolescentes porque necesitan sentir que forman parte del grupo como forma de afianzar su identidad.
El grupo los contiene y protege, y por eso es natural que deseen pasar más tiempo con sus amigas/os que con su familia.
El grupo tiene un lugar trascendente en sus vidas.
Su temperamento y carácter cambió y en general son muy inestables, pasan de la alegría a la tristeza muy rápidamente, se enojan y están irascibles, muchas veces se generan conflictos en su vida familiar que en ocasiones repercutirán en su rendimiento académico y en su conducta en clase.
En esta etapa la relación con los padres y madres suele ser conflictiva.
Es posible que durante la adolescencia se den los primeros enamoramientos y/o los
primeros acercamientos sexuales.
Generalmente suceden con personas de distinto sexo, aunque en ocasiones buscarán explorar sensaciones y sentimientos con personas del mismo sexo.
Estas exploraciones son naturales en este período y muchas veces colaboran con la definición del objeto de amor, sea éste hetero, homo o bisexual.
Los enamoramientos que transcurren durante la adolescencia en general no son duraderos, ya que los intereses y necesidades se encuentran en constante cambio.
Sin embargo, son muy importantes como experiencia de vida.
A los adultos nos resulta muy difícil comprender los arranques de irritabilidad, tristeza
y alegrías, los ataques de amor y odio que experimentan las/os adolescentes.
Tratamos de analizar la situación según nuestro pensamiento y pautas de conductas de
personas adultas, y sentimos que nuestros/as hijos/as o alumnos/as se transforman
en personas desconocidas.
Ya no piensan, hablan, ni se visten igual, y frente a esto muchas veces los sentimos extraños/as.
Sin embargo, es muy importante que los/as acompañemos en sus cambios, con conductas
"adultas" claras: sin recriminaciones innecesarias, demostrando la autoridad
generada por la diferencia generacional, dando pautas claras de convivencia en la casa
y la escuela, haciéndoles notar sus inconvenientes para que puedan superarlos, pero
también festejando sus logros y reconociendo sus cambios.
No debemos preocuparnos demasiado por los cambios de ideas y estar preparados para eso.
Esta etapa a veces se prolonga porque los jóvenes no necesitan cambiar demasiado
su forma de vida:
Cuando no hay problemas económicos en la familia y se les permite desarrollar su vida con libertad, los jóvenes posponen asumir responsabilidades de adultos.
Otras veces esto acaba precozmente y los adolescentes pasan rápidamente a la adultez.
La maternidad/paternidad precoz y los problemas económicos graves de
las familias son algunos de los motivos del brusco paso de la adolescencia a la adultez.
Ningún extremo es bueno, en lo posible es conveniente que la transición permita el paso
por la juventud antes de asumir la adultez.
Extraído del libro: "Qué deben saber madres, padres y docentes sobre educación sexual y vih/sida".
De las autoras: Dra Mabel Bianco y la Lic María Inés Re
Aproximadamente a partir de los dos años se inicia la niñez. Los niños toman conciencia de que pueden retener el pis y la caca.
La retención y luego la expulsión les genera placer. Freud llamó a este período "Etapa Anal".
Esta etapa es muy importante para el desarrollo de la sexualidad porque comienzan a tener conciencia de sus genitales externos. Por ello, si, durante el aprendizaje del control de esfínteres se lo/a reprende porque no han podido contener el pis o la caca o se los reta y castiga cuando se tocan los genitales, los niños asumen que la zona genital es "mala" y “fea”.
Incorporan la locomoción y el lenguaje, que son muy importantes porque les da mayor autonomía y configuran su identidad.
Alrededor de los cuatro años, la/el niña/o toma conciencia de sus genitales y de las diferencias sexuales.
En esta edad tienen gran curiosidad por su cuerpo y el de los otros/as niños/as y adultos/as.
Por eso, se tocan sus genitales, como forma de autoconocimiento. Si bien muchas personas adultas censuran este comportamiento, constituye un proceso natural.
Asumido naturalmente y con el acompañamiento de sus padres, madres y docentes, los niños/as irán aprendiendo que tocarse los genitales constituye una práctica que debe realizarse en un ámbito de intimidad, de la misma manera que ir al baño.
Freud llamó a este período "Etapa fálica". Solo si el tocarse los genitales se diera de manera compulsiva y reiterada, los padres deben pensar en realizar una consulta profesional al pediatra o a otro profesional según cada caso y/o situación.
El/la niño/a querrá saber ¿cómo nacen los bebés?. Es importante brindarle respuestas veraces y claras, con información adecuada que pueda entender e incorporar.
Insistir en “la cigüeña”, "el repollo" o "la semillita", no es en estos tiempos lo aconsejado, tampoco darles más detalles y explicaciones que los niños no pueden comprender.
Es necesario en las nenas aclararles que los bebés no nacen o salen por la uretra, o sea por el orificio por el que hacen “pipi”, sino por otro especial.
Es una forma de empezar a permitirles reconocer la diferenciación entre el orificio de la uretra y el de la vagina.
Como tiene mayor comprensión de la información y se interesa por saber más cosas, comienza la "edad de los por qué".
Etapa difícil para padres y docentes porque preguntan el porque de todo, no solo sobre su cuerpo.
Es clave siempre dar alguna respuesta comprensible y lógica.
A veces se les dan respuestas poco veraces que los niños detectan y es una forma de que pierdan credibilidad en padres y docentes.
No responder a las preguntas favorece que los/as niños/as busquen respuestas en otras personas y esto no es lo más conveniente porque pueden recibir información incorrecta ya sea porque son otros/as niños/as o
adultos que no siempre son confiables.
Es muy posible que en esta etapa los niños se vuelvan exhibicionistas, quitándose la ropa todo el tiempo, exhibiendo su cuerpo.
Otros son terriblemente pudorosos/as cuando los queremos acompañar al baño o ayudarlos a vestirse no lo permiten, nunca se muestran desnudos y se afecta su relación con su propio cuerpo.
También es probable que en esta etapa los niños intenten acercarse a su madre y rechazar a su padre, y que las niñas fantaseen con "casarse" con su padre.
Este proceso es transitorio y se desarrolla exclusivamente en el campo de la imaginación y las fantasías de los/as niños/as, por eso no deben de ser motivo de interés ni deben fomentarlo los padres o docentes.
Si bien a esta altura en general los/as niños/as ya han tenido una experiencia institucional a través del jardín maternal y/o el jardín de infantes, es recién a los seis años que comienza una etapa de mayor apertura a la sociedad a través del ingreso formal a la escuela primaria.
Se inicia la etapa de socialización de sus deberes y obligaciones, y tenderá a ser más responsable por sí mismo/a y los demás.
En la mayoría de los casos, cambiará su carácter. Le será un desafío asumir los cambios en su vida. Mientras el proceso de aprendizaje en el jardín de infantes está asociado al juego, el placer y la expansión, en la escuela primaria se enfrenta con el esfuerzo y también el displacer.
Entre los seis y ocho años existe generalmente una relación indiferenciada entre los sexos.
Pero paulatinamente, los varones y mujeres buscarán compartir más tiempo con los de su propio sexo, lo que les ayudará en el proceso de desarrollo de su identidad.
La pertenencia a grupos de pares ya comienza a ser muy importante a partir de los 8 y 9 años.
Extraído del libro: "Qué deben saber madres, padres y docentes sobre educación sexual y vih/sida". Autoras: Dra Mabel Bianco y Lic María Inés Re
La sexualidad infantil se apoya en una función fundamentalmente biológica, la búsqueda
de placer está centrada en el propio cuerpo y en la diferenciación de los otros.
En sus primeros meses de vida, los bebés, vivencian: placer y dolor. A medida que
van creciendo, utilizan su boca para conocerse a sí mismo/a y al mundo. A través
de la boca el bebé toma conciencia de su cuerpo y se diferencia del resto de las personas.
Se chupa las manos y los pies, se lleva objetos a la boca, y muchas veces también
babosea a las personas. Por eso Freud llamó a este período "Etapa Oral":
la boca es una zona erógena (es decir, vinculada al placer) que no se utiliza exclusivamente
para alimentarse. Los bebés necesitan el contacto cutáneo con sus padres
y otras personas y sus experiencias alimenticias cuando succionan la teta de la mamá
o el biberón son más placenteras en la medida que ocurren en un ámbito apacible
e íntimo de contacto y proximidad con la mamá y/o el papá. Las separaciones
(aunque sea por tiempos reducidos) de las personas amadas y la demora en acercarle
el alimento cuando tienen hambre, son experiencias dolorosas.
Extraído del libro: "Qué deben saber madres, padres y docentes sobre educación sexual y vih/sida". Autoras: Dra Mabel Bianco y Lic maría Inés Re.
que son básicas a nuestro criterio:
Es conveniente que sus hijas/os o alumnos/as recurran a Ustedes y eviten buscar respuestas en sus amigas/os o en la televisión y/o en otros adultos.
Estén preparadas/os para repetir explicaciones y buscar otras formas más comprensibles, hasta que sus hijas/os o alumnos/as entiendan adecuadamente la información.
Ustedes deben verificar que lo entendieron cabalmente.
Esto requiere tiempo y reiteración.
Es necesario saber qué información previa tienen sus hijas/os o alumnos/as preguntándoles qué opinan sobre determinado tema relacionado con la sexualidad.
A partir de ese conocimiento avancen en la transmisión de nuevos contenidos o aclaración de los que ya tienen si no son totalmente correctos.
Consideren qué informaciones sus hijas/os o alumnos/as pueden entender e incorporar, y cuáles no.
Recuerden que es correcto y saludable decir “no sé o no tengo esa información” y comprometerse a buscarla y compartirla.
Existen muy buenos libros que ustedes pueden compartir con sus hijas/os y/o alumnos/as.
La búsqueda conjunta de información es un mecanismo muy válido y adecuado para compartir con los chicos y chicas que permite un conocimiento más cabal y adecuado que trasciende lo racional y permite incorporar lo emocional y afectivo.
Tomen estos temas de sexualidad con sentido del humor, pero no los banalicen.
Hagan que esta experiencia de aprendizaje sea un motivo de disfrute para Ustedes y sus hijas/os o alumnos/as, y permitan que ellas/os entiendan que la sexualidad constituye un aspecto muy importante de la experiencia humana y la asocien con lo agradable y placentero.
Extraído del libro "Qué deben hacer madres, padres y docentes sobre Educeción Sexual y VIH/SIDA" de La Dra Mabel Bianco y la Lic María Inés Re
jueves, 18 de marzo de 2010
determinada por una condición biológica: ser varón o ser mujer. Es un proceso dinámico
que se expresa por una serie de manifestaciones socioculturales. ”La sexualidad es un
proceso dinámico y complejo que comienza cuando nacemos y se manifiesta de manera
diferente a lo largo de nuestra vida. A medida que vamos creciendo, incorporamos
pautas y comportamientos vinculados a nuestra sexualidad. La sexualidad se desarrolla
por la interacción con los otros, en la familia, la escuela, los grupos sociales en los
“La sexualidad es el conjunto de manifestaciones y expresiones biológicas, psicológicas
y socioculturales que diferencia a cada individuo como varón y como mujer en su grupo
social”3. La sexualidad involucra sentimientos, percepciones y opiniones ligados a
nuestra identidad. Como tal, constituye un componente muy importante de nuestra
“La sexualidad es mucho más que la genitalidad y las relaciones sexuales”.
“Bajo esta perspectiva, la sexualidad de las personas puede apreciarse no solo por los órganos sexuales que las diferencia fisiológica y anatómicamente entre sí, sino más bien
por su comportamiento en la sociedad”4.
La sexualidad está atravesada por todas las otras dimensiones de la vida: sexo, edad,
nivel socioeconómico, pautas culturales, raza/etnia, religión, nivel educativo, posibilidades
de acceso al sistema de salud, políticas sociales, y otras. Para entender cómo
se da este proceso, pensemos en las grandes diferencias en las formas de vivenciar
la sexualidad en:
- Las/os niñas/os y las personas adultas
- Mujeres y varones
- Diferentes estratos económicos
- Las distintas religiones
- En Oriente y en Occidente
- Las/os adolescentes de hace 20 años y las/os de ahora
- Los descendientes de europeos y los pueblos originarios de nuestro país...
son creencias que no tienen una base científica, sino que se hacen populares porque
se transmiten de manera masiva e imperceptible entre personas a través de generaciones.
Algunos ejemplos de mitos relacionados a la sexualidad 5 son:
- “En la primera relación sexual una mujer no puede quedar embarazada”
- “Cuando las mujeres dicen que no, en realidad quieren decir "sí" y les gusta que
- les insistan.”
- “Las personas mayores no tienen relaciones sexuales porque carecen de deseo sexual.”
- “A partir de la menopausia, las mujeres pierden los deseos sexuales.”
- “Si los varones se practican una vasectomía, decrece su potencia sexual y se feminizan.”
- “Los deseos sexuales de los varones son irrefrenables, si los reprimen enloquecen
- o enferman.”
- “Cuando una mujer está menstruando no puede: bañarse, lavarse la cabeza, o
- practicar deporte.”π “A simple vista, podemos darnos cuenta si una persona vive con el VIH/SIDA”
- “Los preservativos no son seguros, tienen poros o pequeños orificios por los que pasa
- el virus del SIDA.”
- “Si una persona se masturba, le salen pelos en las manos o se vuelve loca.”
- “Las mujeres no son buenas manejando autos.”
- “Los hombres no deben llorar ni expresar sentimientos de debilidad.”
- “No está bien que la esposa gane un salario mayor que su marido.”
- “Las mujeres son naturalmente sensibles y saben ocuparse mejor que los varones de
- los quehaceres domésticos y la crianza de los hijos.”
- “Hay oficios y profesiones que deben ser ejercidos por mujeres y otros por varones.”
como un sinónimo de “genitalidad”, seguramente seguirá generando mitos y
fantasías, que nada tienen de reales, pero que influencian las maneras en que las personas
vivenciamos nuestra condición de "seres sexuados". Este “no hablar” de la sexualidad
o hacerlo solo en broma es una forma de banalizarla y mantener la ignorancia
que atenta contra el desarrollo integral de las personas.
FEIM, Argentina, 1998.
3 Carrizo Barrera, H. et al. "Educación y sexualidad". Colección La Educación de la Sexualidad Humana.
Consejo Nacional
4 Re, M. I. "Educación sexual en la niñez (un desafío posible)". Ediba Libros. Argentina, 2005
5 Folleto “Hablemos de Sexualidad entre Mujeres”, FEIM 2005.
Artículo extraído del libro: "Qué deben saber madres,padresy docentes sobre Educación Sexual y VIH/SIDA". De las autoras: Dra. Mabel Bianco y Lic. María Inés Re
martes, 16 de marzo de 2010
viernes, 12 de marzo de 2010
Ayúdame a mirar
miércoles, 10 de marzo de 2010
Educación de la Sexualidad en el Liceo Nº 46.
Este Programa de carácter nacional, es puesto en práctica por los distintos subsistemas de la Educación.
El CES, en particular, se plantea la necesidad de crear una Comisión de Educación Sexual formada por Inspectores de Asignatura, Directores, ATD y representante del CES.
Esta Comisión tiene como cometidos: programar, desarrollar, monitorear y evaluar acciones concretas dentro del CES.
Entre otros:
- Elaboración de los programas para Ciclo Básico y Bachillerato.
- Creación del Cargo de Profesor Referente en Educación de la Sexualidad, determinando su perfil y rol.
- Instrumentar el seguimiento y evaluación de las acciones emprendidas.
La educación de la sexualidad constituye uno de los ejes transversales destacados en la formación integral de los estudiantes, ejes prioritarios en la formación de ciudadanos preparados para la participación en una sociedad democrática y solidaria, ya que favorecen el desarrollo de su personalidad, la concreción de los Derechos Humanos, aseguran la igualdad de oportunidades, la equidad de género y el respeto por las diversidades.
Desde el inicio de la propuesta comenzamos a trabajar, en el liceo, tratando de abarcar a todos los que de alguna manera resultan involucrados en el proceso de educación de la sexualidad:
- Adultos/as con quienes conviven los adolescentes de la institución.
- Personal que trabajan en el liceo: docente y no docente.
- Alumnos: con un programa específico en 1º y coordinado con otros profesores en 2º y 3º.
Es nuestro tercer año con esta responsabilidad en el liceo 46.
Esperamos poder fortalecer nuestra tarea a través de este recurso.
Ojalá podamos llegar más y mejor a nuestros jóvenes para contribuir a su educación en la sexualidad.