La sexualidad y la adultez:
Si bien no hay una edad límite neta o clara, socialmente se acepta que la juventud se extiende hasta los 30 años. La entrada en la adultez encuentra en general a mujeres y hombres ya estabilizados o encaminados en su actividad laboral y también en sus opciones sexuales.
Es una etapa en que en general se constituyen las parejas, se concretan la maternidad/paternidad y se desarrolla más plenamente las personas en todos sus aspectos.
A partir de los 45 años, especialmente en las mujeres se producen cambios.
Entre los 45 y 55 años tiene lugar el proceso denominado "menopausia", cuya característica
principal es la desaparición del ciclo menstrual y la pérdida de la fertilidad.
Para algunas mujeres esta limitación es difícil de aceptar. Para otras, la finalización de su capacidad para procrear implica mayor libertad en sus relaciones sexuales, ya que cesa la preocupación por el embarazo.
Es frecuente que durante la menopausia las mujeres sufran calores súbitos y sientan ansiedad. A veces suceden cambios en las relaciones sexuales, aunque habitualmente pueden gozar de ellas normalmente, si bien popularmente se cree que no es así. Uno de los mitos más persistentes es que después de la menopausia
las mujeres no tienen más interés sexual y que ya no experimentan interés y menos aún mantienen relaciones sexuales. Esto no es así y no se basa en conocimiento probado científicamente.
En los varones, es muy común que se hable de la crisis de los 50. El promediar la vida, el crecimiento de los/as hijos/as y la pérdida del vigor y la energía de la juventud, muchas veces les ocasiona angustia, especialmente si aún no han logrado el mandato social de la seguridad laboral y económica. Declinarán gradualmente sus capacidades sexuales, conjuntamente con otras funciones orgánicas.
Este proceso se conoce como "Andropausia", y no supone, como en la mujer, la pérdida de la fertilidad.
Un hombre puede tener la capacidad de procrear aun hasta muy avanzada edad.
La Andropausia constituye un proceso signado por las alteraciones que comienzan a afectar al varón desde alrededor de los 50 años en más, y que tienen que ver con el progresivo descenso del nivel de hormonas masculinas. La actividad de estas hormonas repercute en muchos procesos del organismo, pero
sus consecuencias se perciben muy especialmente en la capacidad sexual. También afectan el plano anímico, pudiendo provocar irritabilidad, desasosiego o incluso una tendencia a la depresión.
Muchas personas adultas quieren volver a ser jóvenes o adolescentes. A veces tienden a competir, a querer vestirse igual, compartir los amigos y las amigas de sus hijos/as.
Esto resulta contradictorio: la adolescencia y la juventud en nuestra sociedad es generalmente una etapa poco valorada, pero muy exaltada por la publicidad de la sociedad de consumo.
Esto produce una idealización y muchas personas adultas quieren mantenerse “jóvenes”. En ocasiones, las/os
docentes también plantean competencias similares en el aula.
Estos comportamientos de padres, madres y docentes no son convenientes, para fortalecer los vínculos entre adultos y adolescentes.
Asumir la adultez no es solo aceptar el paso de los años, sino también reconocer la responsabilidad hacia adolescentes y jóvenes.
Padres, madres y docentes tienen roles de autoridad que se deben reconocer y asumir. Esto no quiere decir
“autoritarismo” o “despotismo”, pero sí saber poner límites.
Adolescentes y jóvenes necesitan que así sea, porque luego la vida se los impondrá con mayor rigor y
es mejor que ya se los hayan planteado padres y docentes.
Extraído del libro: "Qué deben saber madres, padres y docentes sobre educación sexual y vih/sida".
De las autoras Dra Mabel Bianco y la Lic María Inés Re.
¡¡¡Bienvenidos!!!
"La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Se construye a través de la interacción entre el individuo y las extructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social."
Declaración Universal de los Derechos Sexuales
Declaración Universal de los Derechos Sexuales
domingo, 21 de marzo de 2010
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